Siento mucho todas las molestias que le he causado, y no tengo ni idea de como contrarrestar cada fallo mío. Si me voy yo, no le quedará nada, pero me niego a seguir siendo la mitad de la mitad de lo que él se merece.
Creo que es el movimiento más egoísta que haré en la vida, pero también, el más acertado.
Así que le aparto las manos de mi piel, y dejo que salgan las lágrimas, lamentando cada segundo que ha desperdiciado. Ahora sé que le muestro todo lo que llevo dentro perfectamente, creo que siempre he sabido que este momento llegaría, aunque nunca haya querido aceptarlo.
Así que le aparto las manos de mi piel, y dejo que salgan las lágrimas, lamentando cada segundo que ha desperdiciado. Ahora sé que le muestro todo lo que llevo dentro perfectamente, creo que siempre he sabido que este momento llegaría, aunque nunca haya querido aceptarlo.
Y aunque luego me sienta estúpida, sé que recordaré cada segundo en que sus dedos han recorrido mi espalda y luego me arrepentiré profundamente de haberlo hecho.
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