Seguidores

jueves, 8 de noviembre de 2012

Hasta donde me llevaste.


Llevaba toda la mañana con una sensación rara entre pecho y corazón, nunca he tenido un sexto sentido, pero son esas pequeñas cosas que las mujeres notamos con antelación.
Le saludé y besé como de costumbre, él se notaba distante, intentó sonreír para que yo no lo notara, pero fue completa y absolutamente inútil, le conocía tan bien...
Pasaron las horas y los retortijones se fueron apaciguando, me tranquilicé, pero acto seguido comprobé que su rostro estaba sereno,impasible y sin el más mínimo rastro de compasión.
Ya era hora de irme, así que me despedí y cuando estaba girando el pomo de la puerta, me detuve. No fue ni él, ni nadie, simplemente sabía que tenía que darme la vuelta y así lo hice.
Estábamos frente a frente, él mantenía la mirada baja, se me aceleraron las pulsaciones y un profundo agujero negro se abrió paso en mi pecho.
Comenzó lentamente a decir lo que yo ya sabía, lo que había estado rondando por su cabeza todo el día.
Maldije el día en que nos conocimos, le maldije a él, me maldije a mí, maldije esa canción, maldije cada momento a su lado, lo maldije todo y no me arrepiento.
Me clavé en mi sitio dispuesta a que levantara la mirada y acabara como habíamos empezado, mirándonos a los ojos.
Así lo hizo.
Fijó su penetrante mirada en mí y me dejó leer todo lo que llevaba dentro.
Sus labios dijeron ``ya no te quiero´´, pero me conozco perfectamente cada detalle de sus ojos marrones, y sé a ciencia cierta, que ellos expresaban lo contrario.

No hay comentarios:

Publicar un comentario