Explícame por qué tus manos ya no encajan en mis caderas
como antes, por qué tus brazos me rodean cada vez menos, por qué tus besos
saben distinto, y por qué tus ojos no me buscan todas las mañanas.
Explícame por qué cada día que pasa te odio más, te conozco
menos y te sigue importando igual.
Explícame, a pesar de todo eso, por qué mi cintura anhela
tus dedos, mi pelo tus caricias, mis ojos las ojeras, mis ‘te quieros’ tus ‘yo
más’, mi sonrisa la tuya y por qué cojones mis mariposas, ahora, se han
convertido en elefantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario