Serán esas pequeñas manías tuyas de aferrarte a lo roto y
estropeado. De querer rescatarme. Pero a mí quién me va a rescatar y de qué.
¿De los centímetros que me faltan y de los kilos que me sobran?
Y así se resumen los cinco meses de mi vida en los que
empecé a sentir cosas bonitas y feas por una misma persona. Y aún así las
bonitas no podían dejar de ser las mejores.
Se resumen tus gritos pidiendo un salvavidas y yo sin querer
lanzártelo, o sin saber hacerlo, ya no sé. Siento haber llegado sin solución y
sin querer solucionarme con nadie, o sin saber hacerlo, no sé. Siento que te haya engañado mi cara bonita. O
fea, tampoco lo sé. Siento haber sentido, y que tú sientas haber y haberte
perdido.
Y así nos quedamos. Yo esperando a decir ven, sabiendo que
vendrías, pero sin decirlo. Tú esperando oírlo, sabiendo que jamás lo diría. Y
aquella noche te encontraste entre todo tu humo. Y bailaste en mi memoria, y yo
desaparecí de la tuya. Y deseaste no
haber existido. O no haberme conocido, quién sabe.
Y así se resume un poquito nuestra etapa, en la que a veces
éramos nosotros, y de vez en cuando, sólo éramos tú y yo.
Un poco rara, pero linda entrada.
ResponderEliminar